¿Qué es una tarjeta de crédito garantizada?
Una tarjeta de crédito garantizada funciona como una tarjeta de crédito tradicional, pero requiere un depósito de seguridad que actúa como respaldo. Este depósito suele determinar el límite de crédito disponible. Por ejemplo, si depositas $500, ese será tu límite de crédito.
Estas tarjetas están diseñadas para personas que tienen un historial crediticio limitado o dañado, permitiéndoles demostrar responsabilidad financiera y mejorar su puntaje crediticio con el tiempo.
Costos comunes de las tarjetas de crédito garantizadas
Antes de abordar los costos ocultos, es importante entender los costos comunes que la mayoría de las tarjetas de crédito garantizadas incluyen:
- Depósito de seguridad: El primer costo que encontrarás es el depósito inicial, el cual varía según la entidad financiera. Este monto garantiza tu línea de crédito y es reembolsable si cierras la cuenta en buen estado.
- Cuotas anuales o de mantenimiento: Muchas tarjetas garantizadas cobran una cuota anual que puede variar según las reglas de los bancos emisores. Algunas también incluyen comisiones mensuales por mantenimiento.
- Tasas de interés: La Tasa de Porcentaje Anual en las tarjetas garantizadas puede ser más alta que en las tarjetas tradicionales, con varían si no pagas el saldo completo cada mes.
- Cargos por pago tardío: Si no realizas los pagos a tiempo, podrías enfrentar multas por mora por cada pago atrasado.
- Comisiones por avances de efectivo: Algunas tarjetas cobran una tarifa por retiros de efectivo, que puede ser un porcentaje del monto retirado o una tarifa fija.
¿Existen costos ocultos en las tarjetas de crédito garantizadas?
Aunque los costos mencionados anteriormente son comunes y generalmente divulgados por las entidades financieras, algunos costos ocultos pueden pasar desapercibidos si no lees detenidamente los términos y condiciones.
- Tarifas por inactividad: Algunas tarjetas cobran una tarifa si no usas la tarjeta durante un periodo prolongado. Este costo será cobrado después de varios meses sin actividad.
- Comisiones por conversión de moneda extranjera: Si usas tu tarjeta garantizada en el extranjero, podrías enfrentar cargos por conversión de divisas.
- Cargos por sobregiro o límite excedido: A pesar de estar garantizadas, algunas tarjetas permiten exceder el límite de crédito, aplicando multas por sobregiro.
- Costo por reposición de tarjeta: En caso de pérdida o robo, algunas instituciones financieras cobran por emitir una nueva tarjeta.
- Incremento automático de límites con costos adicionales: Algunas entidades ofrecen aumentar tu límite de crédito después de cierto tiempo, pero esto puede estar condicionado a un nuevo depósito o tarifas adicionales.
Cómo evitar los costos ocultos
Ahora que conoces los costos ocultos más comunes, aquí tienes algunas estrategias para evitarlos:
- Lee detenidamente los términos y condiciones: Antes de firmar cualquier contrato, asegúrate de revisar todos los términos. Pregunta directamente sobre cargos adicionales y solicita un resumen de tarifas.
- Elige tarjetas sin cuotas anuales: Algunas entidades ofrecen tarjetas garantizadas sin cuota anual o con tarifas de mantenimiento reducidas. Investiga y compara antes de decidir.
- Evita el uso de avances de efectivo: Los avances de efectivo suelen tener comisiones y tasas de interés más altas. Utiliza la tarjeta solo para compras necesarias y evita retirar dinero.
- Mantén un uso regular: Evita cargos por inactividad realizando pequeñas compras mensuales y pagándolas a tiempo.
- Configura recordatorios de pago: Para evitar cargos por pagos tardíos, configura recordatorios automáticos o activa el pago automático de tu saldo.
- Consulta sobre costos de reposición y sobregiros: Pregunta si la tarjeta permite sobregiros y cuáles serían las tarifas por reposición en caso de pérdida.
¿Vale la pena solicitar una tarjeta de crédito garantizada?
A pesar de los posibles costos ocultos, las tarjetas de crédito garantizadas son una excelente herramienta para:
- Construir o reparar tu historial crediticio.
- Aprender a gestionar el crédito de manera responsable.
- Obtener acceso a productos financieros más favorables en el futuro.
- Si gestionas adecuadamente la tarjeta y estás consciente de los costos asociados, podrás evitar sorpresas y sacar el máximo provecho de este producto financiero.
¿Qué considerar antes de solicitar una tarjeta garantizada?
- Tasas de interés y comisiones: Aunque las tarjetas garantizadas son herramientas útiles, algunas pueden tener tasas de interés más altas o comisiones por mantenimiento. Asegúrate de leer la letra pequeña y comparar varias opciones antes de tomar una decisión.
- Impacto en tu historial crediticio: Las tarjetas garantizadas reportan tu actividad a las agencias de crédito, lo que significa que tanto los pagos puntuales como los atrasos afectarán tu historial. Por eso, es crucial ser responsable en su uso.
- Posibilidad de migrar a una tarjeta tradicional: Muchos bancos ofrecen la opción de convertir tu tarjeta garantizada en una tarjeta de crédito tradicional después de un período de buen comportamiento financiero, generalmente entre 6 y 12 meses. Esto te permitirá recuperar tu depósito y mejorar tus condiciones crediticias.
Cómo pedir una tarjeta garantizada
Revisa tu historial crediticio
Antes de solicitar una tarjeta, es importante que revises tu historial crediticio. Esto te permitirá saber tu situación actual y qué tan urgente es la necesidad de construir o reparar tu crédito. Puedes obtener un reporte gratuito de las centrales de riesgo en tu país, como Infocorp en Perú.
Investiga las opciones disponibles
Cada banco o institución financiera ofrece diferentes condiciones para las tarjetas garantizadas. Debes comparar aspectos como:
- Monto mínimo del depósito: Algunas tarjetas requieren un depósito mínimo que establece la entidad financiera.
- Tasas de interés y comisiones: Asegúrate de revisar la Tasa Efectiva Anual (TEA) y cualquier cargo por mantenimiento.
- Requisitos adicionales: Algunos bancos pueden solicitar comprobantes de ingresos o residencia.
Reúne los documentos necesarios
Para agilizar el proceso, prepara la siguiente documentación:
- Documento de identidad (DNI o pasaporte).
- Comprobante de ingresos (en algunos casos).
- Recibo de servicios que acredite tu domicilio.
- Monto para el depósito de garantía.
Haz la solicitud en línea o en persona
Una vez que hayas elegido el banco, puedes realizar la solicitud de la tarjeta garantizada:
- En línea: Muchos bancos ofrecen formularios digitales para solicitar la tarjeta desde la comodidad de tu hogar.
- En persona: Si prefieres, puedes acudir a una sucursal bancaria y hablar directamente con un asesor financiero.
Realiza el depósito de garantía
El siguiente paso es realizar el depósito de seguridad. Este monto será retenido como garantía y, en la mayoría de los casos, no estará disponible para su uso mientras la tarjeta esté activa.
Activa tu tarjeta y empieza a usarla
Una vez aprobada y recibida tu tarjeta, sigue las instrucciones para activarla. Asegúrate de:
- Pagar a tiempo todas tus facturas para evitar intereses.
- No utilizar más del 30% de tu límite de crédito para mantener un buen puntaje.
- Revisar tu estado de cuenta regularmente para identificar cualquier error o cargo no autorizado.
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