Beneficios de una tarjeta de crédito garantizada si tienes mal crédito

• Facilidad de aprobación: Uno de los mayores beneficios de las tarjetas garantizadas es su alta tasa de aprobación. A diferencia de las tarjetas tradicionales que requieren un buen puntaje crediticio, las tarjetas garantizadas están diseñadas para personas con crédito dañado o inexistente. El depósito de seguridad reduce el riesgo para el emisor, lo que facilita la aprobación.

• Construcción y reparación del historial crediticio: Las tarjetas garantizadas reportan tus pagos a las principales agencias de crédito. Al realizar pagos puntuales, puedes comenzar a mejorar tu puntaje crediticio gradualmente. En pocos meses, este uso responsable puede reflejarse en un mejor historial crediticio.

• Control del gasto: El límite de crédito está determinado por el depósito de seguridad, lo que ayuda a controlar el gasto y evitar el sobreendeudamiento. Esta característica es especialmente útil para quienes están aprendiendo a manejar sus finanzas de manera responsable.

• Posibilidad de migración a una tarjeta tradicional: Con un uso responsable durante un periodo de tiempo determinado, algunos emisores ofrecen la posibilidad de convertir la tarjeta garantizada en una tarjeta de crédito tradicional, devolviendo el depósito inicial.

• Acceso a herramientas de monitoreo financiero: Muchas tarjetas garantizadas incluyen herramientas para monitorear tu puntaje crediticio y recibir alertas sobre cambios en tu informe de crédito. Estas herramientas te permiten seguir de cerca tu progreso y detectar posibles errores.

• Mejoras en la educación financiera: El uso de una tarjeta garantizada también ofrece la oportunidad de mejorar tus hábitos financieros. Aprender a manejar el crédito de manera responsable es clave para evitar futuros problemas financieros.

• Usa la tarjeta regularmente: Realiza compras pequeñas y necesarias para mantener la tarjeta activa y generar un historial de pagos positivos.

• Mantén baja la utilización del crédito: Utiliza menos del 30% del límite de crédito para demostrar a los prestamistas que puedes manejar el crédito de manera responsable.

• Paga a tiempo y en su totalidad: El pago puntual es fundamental para mejorar tu puntaje crediticio. Siempre que sea posible, paga el saldo completo para evitar intereses.

• Monitorea tu informe de crédito: Revisa tu informe de crédito regularmente para asegurarte de que los pagos se estén reportando correctamente y para identificar cualquier error que pueda afectar tu puntaje.

• Evita cargos innecesarios: Evita los retiros en efectivo y las compras que generen comisiones adicionales, ya que estos pueden aumentar tus costos y dificultar la administración de la deuda.

• No pagar a tiempo: Los pagos atrasados pueden afectar negativamente tu puntaje crediticio y generar cargos por intereses y multas.

• Cerrar la cuenta demasiado pronto: La duración de tu historial crediticio es un factor importante en tu puntaje. Mantén la cuenta abierta el mayor tiempo posible para demostrar estabilidad financiera.

• Utilizar todo el límite de crédito: Usar el 100% de tu límite disponible puede señalar a los prestamistas que dependes demasiado del crédito, lo que puede perjudicar tu puntaje.

Las tarjetas de crédito garantizadas son una excelente opción para quienes buscan construir o mejorar su historial crediticio. Si estás considerando obtener una, sigue estos pasos para solicitarla de manera exitosa:

Investiga y compara opciones

Antes de solicitar una tarjeta garantizada, compara las ofertas de diferentes bancos e instituciones financieras. Evalúa aspectos como:

• Tasa de interés: Algunas tarjetas pueden tener tasas más competitivas que otras.
• Comisiones y costos adicionales: Revisa si hay costos de mantenimiento o anualidades.
• Beneficios adicionales: Algunas tarjetas ofrecen recompensas, acceso a plataformas de pago en línea o protección contra fraudes.

Revisa los requisitos

Aunque las tarjetas garantizadas son más accesibles, cada banco puede tener requisitos específicos, como:

• Ser mayor de edad (18 años o más).
• Presentar un documento de identidad válido.
• Probar ingresos estables, aunque no siempre es obligatorio.
• Realizar un depósito de garantía (que suele ser igual al límite de crédito).

Reúne la documentación necesaria

Prepara los documentos que la entidad financiera podría solicitar, como:

• DNI o pasaporte.
• Comprobantes de ingresos o extractos bancarios.
• Información de contacto actualizada.

Realiza el depósito de garantía

El banco te pedirá un depósito en efectivo que servirá como garantía para la tarjeta. Este depósito suele ser equivalente al límite de crédito de la tarjeta (por ejemplo, si depositas S/1,000, ese será tu límite de crédito). Este dinero se mantiene retenido mientras la tarjeta esté activa.

Completa la solicitud

Puedes solicitar la tarjeta en una sucursal bancaria o, en muchos casos, de forma online. Llena el formulario con tus datos personales, adjunta la documentación solicitada y realiza el depósito de garantía.

Espera la aprobación y recepción de la tarjeta

Una vez enviada la solicitud, el banco evaluará la información. El proceso de aprobación suele ser rápido, y en pocos días recibirás tu tarjeta física o la confirmación para recogerla.

Activa y comienza a usar tu tarjeta

Cuando recibas la tarjeta, sigue las instrucciones del banco para activarla. Úsala de manera responsable, realizando pagos a tiempo para comenzar a construir tu historial crediticio.