1. Establece objetivos de ahorro
Hoy en día, mantener un flujo de ahorros es vital para proteger las finanzas ante posibles emergencias, pero si no sabes para qué estás ahorrando, es probable que no te sientas motivado a hacerlo. Por eso, tener objetivos concretos es clave, ya que te permite mantener un orden y establecer plazos para lograrlos.
Viajar en vacaciones, estudiar una maestría, renovar tu hogar, matricularse en el gimnasio o simplemente darse un gusto son algunos ejemplos de metas para comenzar a ahorrar. Lo importante, es tener clara la respuesta a estas 4 preguntas:
- ¿Para qué necesito ahorrar? Ejemplo: Para un laptop nuevo.
- ¿Cuál es el plazo para lograrlo? Ejemplo: En 6 meses
- ¿El plazo elegido es realista? Ejemplo: Sí, ya que en 6 meses, solo necesito ahorrar un 15% de mi sueldo para poder comprarlo.
- ¿Qué tan estricto o flexible debo ser para lograrlo? Ejemplo: Debo ser estricto, porque es necesario para mi trabajo y con el resto de mi sueldo puedo permitirme gastos de emergencia o algún gusto al mes, sin perjudicar mi ahorro.
Para que estas metas sean medibles y alcanzables, lo más importante es tener claridad de los ingresos y gastos mensuales, llevando un registro de ellos. Así, sabrás con cuánto dinero excedente cuentas para ahorrar. Para esto, en BBVA tenemos distintas herramientas que podrían ayudarte
2. Identifica aquellos gastos que no son necesarios
Si lo piensas, muchos de los gastos que haces en el día a día podrían evitarse o reducirse. Por ejemplo, comenzar a cocinar más en casa y pedir menos delivery, elegir tus productos de cosumo diario más por el contenido que por la marca, dejar de fumar, transportarte en bicicleta y ahorrar en gasolina, congelar alimentos para evitar que se pierdan, etc.
Para empezar, puedes dividir entre gastos fijos y variables. Los primeros se repiten cada mes, mientras que los segundos son aquellos cuyo monto puede cambiar dependiendo de diversos factores. En ambos casos, es esencial que sepas identificar cuáles son indispensables para llevar un estilo de vida cómodo y cuáles son innecesarios y puedes someter a recortes sin que realmente afecten el bienestar de la familia.
Aquí te listamos algunas maneras de identificar gastos innecesarios:
- Haz listas y redúcelas lo más posible.
- Organiza tus gastos en distintos grupos como “Hogar”, “Entretenimiento”, “Servicios”, “Comida”, “Extras”, y en cada grupo deja solo lo esencial.
- Ordena tu hogar, baños, cocina e identifica todos los productos que no usas hace tiempo, se han vencido o estropeado.
- Usa alguna app que te ayude a registrar todos tus gastos del día.
- Revisa todas las suscripciones mensuales que pagas y decide cuáles valen la pena.
- Revisa con atención que el pago de tus cuentas y cuotas de tu tarjeta estén siendo pagadas a tiempo, y no estés gastando en intereses o cobros extra.
- Busca ofertas y promociones en los establecimientos o sitios web que compres, y aprovecha siempre los beneficios de tu banco.
Los gastos innecesarios son tan variados como lo es cada estilo de vida, así que no hay una fórmula para todos. Solo llevando una agenda de lo que gastas cada día podrás identificar cuáles resultan esenciales, y cuáles podías haber evitado actuando de manera más consciente en el manejo de tu dinero.
3. Si los pagos de deudas son muy altos, revisa opciones de crédito de consumo
Para evitar que una situación difícil se ponga aún más complicada, busca opciones de crédito que presenten menos tasa de interés y que te permitan pagar en cuotas menores. Con este nuevo crédito, podrás pagar las deudas anteriores y así quedarte con solo una deuda, con mejores condiciones.
Es preferible quedarse con un solo crédito de consumo a menor tasa, que muchos créditos con tasas más altas de interés, por lo tanto, es recomendable no repactar o atrasarse en pagos.
Conoce las alternativas que BBVA tiene para ti.
4. Elabora un presupuesto semanal
Un presupuesto te ayudará a crear un plan de ahorro. El primer paso es colocar los ingresos personales y los egresos como gastos fijos, variables y el pago de deudas en un periodo de tiempo determinado.
Una vez que tengas una idea de cuánto gastas mes a mes, podrás comenzar a organizar los gastos y así definir cuánto dinero necesitas para vivir. Además, podrás identificar algunos pagos excesivos y los gastos hormiga, que se podrían suprimir y que podría representar una cantidad a ahorrar.
5. Usar productos financieros creados para iniciar el ahorro
Con un presupuesto definido, es importante establecer objetivos financieros a corto, mediano o largo plazo, que podrían ser desde realizar estudios, hacer un viaje soñado o adquirir una vivienda.
Para poder cumplir estos sueños u objetivos es básico tener en cuenta qué productos financieros podrían ayudar a llegar a la meta. Por ejemplo, una cuenta de ahorro que permita consultar tus movimientos, puede servir de instrumento para hacer un seguimiento de los gastos ya que todo queda registrado y se puede ver desde la App del banco o la Banca en línea. Conoce todo acerca de las cuentas de ahorro.
Otra alternativa interesante es el ahorro programado. Con “Mis Metas” de BBVA, acumulas una cantidad de dinero mensual en una alcancía virtual con la que aseguras el ahorro y además generas intereses por el tiempo en que se establezca para cumplir tus objetivos, sin la necesidad de recurrir a un préstamo.
Además, siempre existirá la opción de inversiones como los depósitos a plazos o fondos mutuos. Debes revisar las diversas alternativas que ofrece tu banco para elegir la que resulte más conveniente.