¿Qué es una buena salud financiera?
Gozar de una buena salud financiera significa tener la capacidad de cubrir todos tus gastos y que luego puedas ahorrar dinero para enfrentar imprevistos futuros. Al igual que tu salud física, tus finanzas necesitan de ciertos cuidados y a medida que vas llegando a la adultez afrontarás nuevas responsabilidades que tienes que es bueno asumir en tu mejor estado.
Pero no te preocupes, es bastante sencillo si tienes en cuenta estos consejos:
Elabora un presupuesto. Este el principal mandamiento de las finanzas sanas. Elabora un presupuesto enumerando todos tus ingresos y gastos, luego réstalos y el resultado te dará luces de cómo está tu economía: si tienes el dinero suficiente para afrontar deudas, si puedes ahorrar o si debes ajustar algunos gastos.
Paga tus deudas. La salud financiera te dará tranquilidad y eso no tiene precio. ¿Cómo lo consigues? Un primer gran paso es pagando tus deudas o destinando el dinero suficiente para cumplir con tus obligaciones a fin de mes. Organiza tus gastos y cumple con cancelarlos a tiempo. Luego de pagar todas tus deudas tendrás una sensación de satisfacción muy grande.
Ahorra. Elaborar un presupuesto también te permitirá ver si estás en condiciones de ahorrar dinero para realizar un viaje al extranjero, empezar un emprendimiento o tenerlo guardado para afrontar un gasto de emergencia. El BBVA te ofrece herramientas muy útiles para llevar la contabilidad de tus ahorros y también para rentabilizarlos:
- A través del App BBVA puedes acceder gratis a funcionalidades fáciles y útiles como Mi día a día (herramienta que permite conocer el detalle de los ingresos y gastos) y Mis Metas (herramienta muy útil para definir lo que quieren ahorrar mes a mes).
- Una buena opción de ahorrar y obtener ganancias son los depósitos a plazo, pagan más intereses que las cuentas de ahorros tradicionales y permite ahorrar en un plazo determinado sin ningún riesgo.
Nuevas entradas de dinero. Es positivo que estés dispuesto a buscar nuevos ingresos de dinero, quizá arrendado una habitación o propiedad que no uses o aprovechando el crecimiento de las redes sociales para ofrecer algún producto o servicio relacionado a tus intereses o conocimientos (clases, repostería, etc.).
Gasta con inteligencia. No se trata de privarte de lo que más te gusta, sino de preguntarte ¿en realidad necesito comprar esto? De repente es mejor pasar café en casa y no comprarlo todos los días en la cafetería. Todo depende que definas qué deseas y qué necesitas para vivir, ver qué gastos son necesarios y eliminar los denominados gastos hormiga (aquellos que son muy pequeños e innecesarios, pero que sumados hacen una gran suma de dinero).
Invierte. Si tienes dinero ahorrado ¿por qué no rentabilizarlo? No dejes tu dinero "debajo del colchón", investiga y ponlo a trabajar. Una muy buena oportunidad de inversión son los fondos mutuos, los cuales tienen varios fondos que se adecúan a tu capacidad de riesgo.
Sé positivo frente a las crisis. La llegada de la pandemia nos ha enseñado que las crisis pueden llegar sin mayor aviso y quienes la afronten mejor serán aquellos que tengan una salud financiera sana. Pese a todo, nuestra actitud frente a eventualidades adversas debe ser positiva y de tranquilidad, solo así podremos tomar las mejores decisiones financieras.
Arma un fondo. Como acabamos de mencionar, lo mejor para afrontar una crisis es estar sano económicamente y para ello es importante que armes un fondo de dinero para emergencias como accidentes, enfermedades, averías en el hogar, etc. Recuerda que este fondo de emergencias es distinto a tu fondo de ahorros, porque no está destinado para ningún fin específico.
Una buena salud financiera te abre un mundo de oportunidades como realizar ese viaje que te has propuesto, iniciar el negocio que te llevará al éxito o comprar el depa de tus sueños. Solo ponte una meta y con perseverancia conseguirás cumplirla, incluso antes de llegar a los 30.